miércoles, 27 de mayo de 2015

¿Por qué inicié este blog?

Desde que empecé a estudiar la maestría en administración, he venido siguiendo el desarrollo teórico sobre la gerencia y el manejo empresarial y las nuevas herramientas conceptuales que nos han asombrado, tanto estratégicas (Planeamiento Estratégico, Balanced Score Card, Océano Azul, Resiliencia y otras),  como operacionales (Calidad Total, Sistema de Producción Toyota, Benchmarking, Reingeniería y otras).

El propósito de este blog es participar del debate en el sentido de evitar el calco y la copia, y también el dogmatismo miope en la aplicación: Muchos aplican estas nuevas herramientas al pie de la letra, simplemente porque  “están de moda”.

Por mis lecturas de Peter Drucker, desde inicios de los años 80, me llegué a interesar en la práctica japonesa al respecto. Ellos, cuando se enteran de una nueva herramienta producida en occidente, principalmente en Estados Unidos, la analizan profundamente, la aceptan como excelente, pero no la copian ni la aplican mecánicamente; la mejoran hasta superarla, quedando irreconocible la herramienta.

Lo han hecho con la matriz del Boston Consulting Group (BCG), con el ciclo de vida de los productos, con el planeamiento estratégico, con la cadena de montaje del sector automotriz, etc.

Henry Mintzberg, ese famoso canadiense, experto del planeamiento estratégico, contó en una ocasión una anécdota ocurrida al final de una de sus clases en Harvard. Un alumno se le acercó y le preguntó: “¿Qué quiere que juguemos con sus herramientas, al crucigrama o al LEGO?”. Lo que le estaban preguntando era si debían ajustar todas las herramientas de formas establecidas, o tenían que ser utilizadas creativamente para construir nuevas, así como lo están haciendo los japoneses, desde hace muchas décadas.

¿Qué estamos haciendo nosotros en este asunto? ¿Constatamos si la nueva herramienta sirve para interpretar nuestra realidad y elaborar una solución original? ¿Copiamos, fielmente, porque la aprendimos en una universidad de prestigio y porque  la dice un “gurú” y es de origen estadounidense?


Nuestro amauta José Carlos Mariátegui, nos enseñó: “ni calco ni copia, sino creativamente.”