martes, 25 de octubre de 2016

Objetivo, política y programa en la estrategia


Los objetivos establecen los resultados que se pretenden lograr. Si le agregamos magnitud y tiempo, convertimos los objetivos en metas. Pero los objetivo no nos dicen nada acerca de cómo serán logrados. Todas las organizaciones poseen múltiples objetivos: desde objetivos que se refieren a valores que habrán de regir a la compañía; pasando por objetivos organizacionales generales, los cuales establecen la naturaleza deseada y la dirección a la que habrá de dirigirse, hasta una serie de metas menos permanentes, y que definen tareas específicas para cada una de las unidades y subunidades de la empresa. Las metas principales, aquellas que afectan la dirección general y viabilidad de la organización, se llaman metas estratégicas.

Las políticas son reglas o guías que expresan los límites dentro de los cuales deben ejecutarse todas las acciones de la empresa; son un conjunto de restricciones que nos dicen, de manera directa e indirecta, a lo que podemos recurrir, y a lo que no, para lograr los objetivos. Estas reglas, muchas veces toman la forma de decisiones de contingencia para resolver los conflictos que existen y se relacionan entre objetivos específicos. Por ejemplo, “El inventario de cada uno de los artículos no podrá exceder, sin la autorización corporativa, el lapso de tres meses”. Al igual que los objetivos, las políticas existen en una jerarquía y en todos los niveles de la organización. Las políticas principales se llaman políticas estratégicas.


Los programas especifican la secuencia de las acciones necesarias para alcanzar los principales objetivos; indican quién será el responsable y cuándo se ejecutarán las acciones. Los programas indican cómo dentro de los límites establecidos por las políticas, serán logrados los objetivos. Aseguran que se asignen los recursos y esfuerzos, tangibles e intangibles, necesarios para el logro de los objetivos y proporcionan una base dinámica que permitirá medir el progreso de tales logros. A los principales programas que determinan el empuje y la viabilidad de la organización se les llama programas estratégicos.

lunes, 17 de octubre de 2016

Conceptos relacionados con la estrategia

Para James Brian Quinn, “una estrategia, es el patrón o plan que integra las principales metas y políticas de una organización, y, a la vez, establece la secuencia coherente de las acciones a realizar”. Así, la estrategia es un plan que incluye y considera un proceso a seguir, para alcanzar cierto objetivo, al que le llamamos objetivo estratégico. Se parte de un exhaustivo análisis de la posición en la que nos encontramos actualmente, y nos proponemos llegar a una nueva posición que, de todas maneras, signifique un crecimiento o desarrollo de nuestra organización. Esto nos demanda recursos y esfuerzos inteligentes; de seguro, esfuerzos que antes no hacíamos.

“Una estrategia adecuadamente formulada ayuda a poner orden y asignar, con tanto en sus atributos como en sus deficiencias internas, los recursos de una organización”. La ejecución que nos permita tener éxito con la estrategia, tiene que desarrollarse de manera disciplinada, a través de un orden; a través de una organización que permita que todas las actividades y recursos fluyan y nos acerquen cada vez más al logro del objetivo estratégico. Ese orden establecido, quiérase o no, tendrá que construirse principalmente sobre las fortalezas de la empresa, las que determinarán, también, la asignación de los escasos recursos de la empresa.


“Con el fin de lograr una situación viable y original, así como anticipar los posibles cambios en el entorno y las acciones imprevistas de los oponentes inteligentes.” La estrategia se formula y ejecuta para lograr una nueva situación, que sea factible en términos técnicos y económicos. Para que su factibilidad económica sea de alto rendimiento, de grandes ganancias, la estrategia debe ser muy original, que incluya actividades y esfuerzos inteligentes novedosos, antes nunca vistos. Dicho de otra manera, que sea difícil adivinarlo. Todo ello para aprovechar las oportunidades generadas por los cambios en el entorno, y contrarrestando la actividad de la competencia.

martes, 4 de octubre de 2016

Estrategia, adecuación del concepto


Si uno lee diversos autores sobre planeación o dirección estratégica, encontrará distintos conceptos sobre estrategia. Me inclino por la posición de Henry Mintzberg de no considerar alguna visión o versión exclusiva sobre este asunto; lo más recomendable es conocer y aprender una amplia variedad de ellas que puedan resultarnos de utilidad. No es inteligente limitarnos en perspectivas sino más bien ampliarlas. Lo sensato será abordar diferentes autores, reflexionando sobre el significado de estrategia y tratar de comprender cómo y por qué diferentes personas han aplicado el término, para poder apreciar si alguna definición resulta más apropiada en nuestro caso.

Roger Everard dice sobre la evolución del término estrategia: “El vocablo estrategos inicialmente se refería a un nombramiento (del general en jefe de un ejército). Más tarde pasó a significar ´el arte del general´, esto es, las habilidades psicológicas y el carácter con los que asumía el papel asignado. En la época de Pericles (450 a.c.) vino a explicitar habilidades administrativas (administración, liderazgo, oratoria, poder). Y ya en tiempos de Alejandro de Macedonia (330 a.c.) el término hacía referencia a la habilidad para aplicar la fuerza, vencer al enemigo y crear un sistema unificado de gobierno.” Hoy, se considera al gerente general como estratega, y se consideran los procesos por medio de los cuales se desarrollan las estrategias: formulación, análisis sistemático y formación emergente.


Henry Mintzberg explora el concepto de estrategia a partir de diversos criterios, algunos de ellos muy opuestos a los tradicionalmente aceptados. Se concentra en distintas definiciones de estrategia, como plan (como maniobra), patrón, posición y perspectiva. Para Mintzberg, después de haber hecho variadas lecturas al respecto, quizás el lector se sienta menos certero en lo que se refiere al uso de la palabra estrategia, pero más preparado para abordar, desde una perspectiva ampliada, el estudio de los procesos estratégicos, con un criterio más abierto. No hay respuesta universalmente adecuada, pero sí se cuenta con enfoques interesantes y constructivos.