Si bien es cierto
el concepto de estrategia empresarial empieza a utilizarse desde fines de la
década del 50, del siglo pasado, el tratado en sí se inicia desde 1910 con
Henri Fayol, en el sentido de empezar a manejar las empresas de manera más
profesional, superando el empirismo y la improvisación reinante. Este modelo,
consideraba lo interno (las capacidades) como lo esencial. Fayol, clasificó el
conjunto de distintas actividades que se ejecutaban en toda empresa, desde el
punto de vista administrativo, agrupándolas en cinco clases: planificación,
organización, mando/coordinación y control.
La idea básica era
que, los recursos y esfuerzos habían que organizarse de tal forma que la
empresa se torne lo más eficiente posible. La forma de organización y actividad
era la clave. Había que afinar siempre la capacidad interna de la empresa, inspirada
en el corto plazo; el “para ayer” era lo que daba la pauta del desempeño. En
estas circunstancias, aparece la Organización Científica del Trabajo, de la
parte operativa de las empresas, desarrollada por Frederick Taylor,
complementando este modelo de Fayol. Primaba la medición y la mejora de las actividades
internas. Se caracterizaba por la jerarquía y el control vertical de arriba
hacia abajo, la fijación de metas formales y la medición del rendimiento.
Si ubicamos en el
tiempo y espacio, es decir, en las circunstancias en las que nace este modelo
con “orientación hacia adentro”, veremos que, a nivel mundial y nacional, en
aquellos tiempos existía escasa competencia. Había uno o dos fabricantes de lo
mismo, la demanda por los productos novedosos que salían al mercado superaba
enormemente a la oferta; por lo tanto, los precios de los productos dejaban
grandes utilidades a los fabricantes. Todo esto hacía pensar que, la
prosperidad económica iba a ser eterna, porque existía una “relativa
estabilidad”, todos los días eran iguales o muy parecidos. ¿Para qué pensar en
estrategia, como ahora la conocemos, si hay mercado para todos?, era el sentir
del empresario de aquella época.
Cualquier empresa que desee tener éxito y busque beneficios debe someterse a un sistema forma de dirección estratégica, o lo que es lo mismo,Seleccionar y definir perfectamente sus valores dentro de la cadena de valor de la compañía para destacar frente a la competencia.
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