Una vez
elaborada la estrategia, por el estratega con la participación de su grupo de
asesores y su equipo gerencial, ¿hay que dedicarse sólo a aplicarla con
serenidad y persistencia? ¿Se debe mantener la estrategia intocable e intacta
en su original concepción? Según, Richard Rumelt, “Sin un proceso de evaluación
de estrategia, no puede ser formulada una estrategia, ni tampoco ajustada a las
circunstancias cambiantes, ya sea que tal análisis lo lleve a cabo un
individuo, o que forme parte de un procedimiento organizacional de revisión.”
La formulación de la estrategia, se hace tomando como insumo la información y
conocimiento que se obtuvo sobre las circunstancias en las que se encuentra el
sector y el mercado que atiende la empresa; no debe dejarse de lado que, las
circunstancias son externas e internas.
Para muchos
estrategas, la evaluación de estrategia es tan sólo una simple estimación de
qué tan bien está desempeñándose un negocio. ¿Ha logrado crecer? ¿Ese
crecimiento es igual o por encima del crecimiento del mercado? El crecimiento
logrado, ¿ha permitido mejorar su posición en el mercado? ¿Ha mejorado su
margen de ganancia? Si las respuestas a estas preguntas son afirmativas se acepta
y concluye que la estrategia de la empresa ha sido la adecuada. Este tipo de
razonamiento olvida el objeto mismo de la estrategia, que los factores críticos
expliquen la calidad de los resultados actuales; sin embargo, tales factores no
siempre pueden observarse de manera directa ni son susceptibles de medición, y
que cuando las amenazas afecten los resultados, sea demasiado tarde.
Por tanto, la
evaluación de las estrategias constituye un esfuerzo por mirar, a corto plazo,
más allá de los hechos obvios en relación a la capacidad, a corto plazo, de la
empresa; esta capacidad puede haberse visto debilitada por algún fenómeno de
gestión y dirección imprevisto (cambio de liderazgo en la cúpula, por ejemplo),
lo que resta potencia y fuerza para lograr los objetivos planteados. También
debe observarse y valorar los factores y tendencias fundamentales que gobiernan
cualquier éxito en el campo de acción elegido. ¿Se mantienen las mismas
tendencias consideradas en la elaboración de la estrategia, o han sufrido un
cambio, o han aparecido otras de mayor impacto en los resultados esperados? La
aparición de lo nuevo, no siempre es visible, antes de causar estragos.
!Muy buen artículo!
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