Según Kenneth
R. Andrews, “la habilidad o capacidad distintiva de una organización es mucho
más de lo que ésta puede hacer, es lo que puede hacer particularmente bien.”
Esta habilidad de hacer las cosas particularmente bien, se traduce y presenta
en forma de ventajas diferenciales en
algunos de los distintos productos y servicios que produce y/o presta la
empresa. Para identificar los puntos fuertes menos obvios o puntos fuertes
derivados de un producto de una empresa, que bien pudieran ser susceptibles de
transferirse a alguna oportunidad nueva más rentable, se puede empezar por
analizar la línea de productos vigente en la empresa y definir los beneficios
que el mercado percibe en ellas. Esta idea es importante porque tenemos que
partir de haber identificado, ¿qué compran los clientes?
La clave del
asunto, la consideración esencial para concebir y elaborar la estrategia
empresarial está en, ¿cómo define la organización un producto?: como un
conjunto de características técnicas, como un conjunto de ventajas o como un
conjunto de beneficios. La definición de “producto” que llevaría a la
identificación de habilidades transferibles expresadas en términos de
beneficios que podrían satisfacer necesidades del mercado, es mucho más
efectiva que hacerlo haciendo referencia a las especificaciones de ingeniería o
técnicas que lo conforman. Hay que tener presente que, la parte explícita de la
estrategia empresarial tiene que referirse a la oportunidad descubierta en el mercado objetivo o segmento elegido;
las capacidades de la empresa para
tener éxito, quedan como la parte implícita de la estrategia.
La intuición que se requiere para
identificar el punto fuerte esencial que justifica nuevas pautas de acción no
surge de manera natural. Tal vez se pueda generar a través de la práctica
serena y persistente del análisis. En cualquier caso, no ha de limitarse a ver
sólo la capacidad de la empresa para inventar y lanzar con éxito nuevos
productos. Para muchas empresas no les es factible el liderazgo en productos,
de tal manera que el lanzamiento de nuevos productos no sea la única vía de
acceso a nuevas oportunidades. Otras alternativas son la atención y el
servicio, nuevos método o canales de distribución, nuevos valores en
combinación de calidad y precio, la calidad de la relación con los clientes, la
promoción creativa. La empresa tiene que descubrir lo que le permita “marcar la
diferencia”.
Muy buen artículo!!
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