He leído dos
artículos, en estas dos últimas semanas, que hablan sobre la muerte del
planeamiento estratégico; éste ya fue. Uno se llama “despídete de la visión y
la misión” (hay una nueva técnica, MTP); el otro “el fin del planeamiento estratégico”
(de Rita Gunther). Ambos artículos dejan ver que, han aparecido nuevas
herramientas, lo que no debemos verlo como algo extraño. Me hizo recordar la
famosa sentencia de Federico Nietzsche: “Dios ha muerto”. ¿Cuáles son los argumentos
que sostienen sólidamente la muerte del planeamiento estratégico? Aclaremos
que, morir es desaparecer de la existencia. Más bien, debería hablarse de superación de esta herramienta conceptual
que, dialécticamente, significa eliminar algunos aspectos o elementos del
mismo, y conservar otros aún vigentes.
Esto ocurre, como
dice Howard Gardner, porque se aborda el tema, como por ejemplo, la verdad,
belleza y moralidad, como asuntos singulares o incontrovertibles, de manera petrificada
y rígida. Y, es exactamente lo mismo que se está haciendo con la estrategia
empresarial; se le está viendo como un tema, un asunto, pero inerte, que no
acepta evolución o superación. Lo que ocurre es que, todo se ve comercialmente,
como un nuevo producto que reemplaza al viejo; y, en herramientas conceptuales,
no es así. Entonces, en este campo como en otros de la gerencia, lo que importa
es “explorar cuestiones esenciales y de aprender
a pensar sobre ellas de una manera
disciplinada, no la manera de dominar contenidos estipulados para cada
curso”. Hay que aprender a jugar Lego con
las herramientas gerenciales.
Kenishi Ohmae opina
que, la estrategia es necesaria cada vez que enfrentamos a un competidor. ¿Qué se
hace cuando no hay competidor? Dice que no es necesaria la estrategia; basta un
efectivo plan de actividades para lograr los objetivos. Los japoneses, en
general, van más allá; han comprobado que, la mejor forma de competir, es no
competir; ¿cómo es eso? Tomando la expresión por el carácter connotativo de la misma,
se puede interpretar, sin temor a equivocarse, que la mejor forma de competir es
evitar al competidor, ¿cómo?, eligiendo un nuevo camino, uno aún no transitado
por nadie; se refieren específica y explícitamente a la innovación. Una
estrategia que se basa exclusivamente en la innovación, tiene asegurado el
éxito. Para ello, necesitamos aprender a pensar en
el proceso de elaboración de estrategias.