lunes, 3 de julio de 2017

El proceso de elección de la estrategia


Revise usted su proceder cuando se dedica a elaborar alternativas, las evalúa y trata de elegir una entre ellas. Notará que, usted se vuelve lo más racional, lo más lógico posible cuando las elabora y evalúa cada una de ellas; y, cuando se decide a elegir una lo hace recurriendo a su aspecto emocional y afectivo. Henry Mintzberg dice que, “la elección estratégica tiene un rasgo ético, un hecho ilustrado de manera muy dramática en algunas industrias más que en otras”. Piense un momento en las industrias relacionadas con la moda y los cosméticos, o los servicios y se entenderá lo que quiso decir Mintzberg; es bastante probable que, la esperanza y el temor estén presentes, y se tengan muy en cuenta, a la hora de la elección de una alternativa que consideramos sea ganadora.

Así como las distintas opciones y alternativas que hemos logrado plantear pueden ser ordenadas tomando en cuenta su grado de riesgo que conllevan, pueden ser también examinadas en relación a las capacidades de respuesta que se posee, elegidas por el estratega, en relación a las expectativas de la sociedad, específicamente del mercado. Al ejecutivo que las ha elaborado y evaluado, algunas alternativas pueden resultarle más atractivas que otras, sobre todo cuando tiene en mente las necesidades del mercado que se pretende satisfacer o las soluciones que se ofrecen para resolver sus problemas.


Esto nos hace pensar, principalmente, en la inteligencia emocional que posee, o no, el estratega: ¿tiene en mente, y es sensible, al bien público o el servicio social que le da razón de ser a su empresa? Si sólo piensa en el crecimiento sostenido con grandes utilidades, descuidando las necesidades y problemas por satisfacer y resolver del mercado, indicará que ha quedado atrapado exclusivamente en la función de la empresa, olvidando su misión. La inteligencia académica dicta su conducta. En tal sentido, el estratega tiene que aprender a armonizar función interna y misión externa de la empresa. Traducido a su educación, formación y capacitación profesional, significará esmerarse en armonizar su inteligencia académica con su inteligencia emocional. Así estamos hechos los seres humanos.

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