¿A quiénes comprarle?
¿A quiénes venderle? ¿Es sencilla la decisión? ¿Qué tiene que ver con la estrategia
empresarial? La decisión de los compradores de una empresa de a quién
comprarle, o la decisión de los grupos vendedores de a quién venderle debe ser
considerada como una decisión estratégica crucial. Una empresa está en
capacidad de mejorar su posición estratégica encontrando y seleccionando
proveedores o compradores que tengan el menor poder posible para ejercer una
influencia adversa y riesgosa sobre ella. Cuando nos referimos a la función
comercial, estamos considerando a las dos actividades clave que se encuentran
dentro de su definición: la compra y la venta; pero, se ha hecho norma sólo
considerar a la venta, cuando se habla de actividad comercial.
Peter Drucker, en su
libro “La Gerencia de Empresas”, de 1954, considera que, una de las dos
funciones del empresario es la comercialización; la otra es la innovación. Y
todos aquellos que han leído este libro, asocian la comercialización sólo con “la
creación de un cliente”. Drucker continúa diciendo: “La comercialización es la
función distintiva y única del negocio…” Si bien es cierto que, Drucker se
inclina a esta consideración, me parece que, para fines de ser más coherentes
con la definición y formulación de la estrategia empresarial, es conveniente
considerar “la compra” dentro de la comercialización. ¿Por qué? Porque sólo
estaremos en condiciones de elaborar un producto de calidad, a precio justo, si
logramos conseguir proveedores, acorde a este propósito.
¿Cuál de las dos
actividades, la de escoger a quién comprar y a quien vender, es más fácil de
llevar a cabo, con el menor riesgo posible? Es más común la situación en la que
una empresa está en posibilidad de escoger a quién venderle, en otras palabras,
la selección de compradores. Rara vez todos los grupos compradores a quienes
vende una empresa gozan del mismo poder. Aun si una empresa le vende a una sola
industria, por lo general, dentro de la empresa existen segmentos que ejercen
menos poder, y por tanto son menos sensibles a los precios, que otros. Por
ejemplo, la industria textil que le vende a la industria de confecciones;
dentro de ésta encontrará empresas que pueden absorber altos precios, por la
calidad de la tela que solicitan. La estrategia, debe considerarlo.