¿Cuándo se está en
condiciones de empezar a diseñar una exitosa estrategia empresarial? Definitivamente,
sin información no se puede dar ningún paso en este sentido. El conocimiento
teórico sobre herramientas conceptuales y técnicas no bastan. Es necesario
disponer de mucha información sobre el entorno competitivo. El mundo cambia a
una velocidad antes inimaginable, en forma muy sutil y sigilosa, que lo que la
mayoría de la gente percibe. Tal como ocurre con cualquier proceso de pérdida
de vigencia u obsolescencia, es sólo cuando miramos hacia atrás que llegamos a
reconocer el ritmo y alcance del cambio. Compare lo que ve y dispone ahora, con
lo que veía y disponía hace unos diez o quince años; causa asombro, ¿verdad?
Cuando se evalúa el
cambio social y de comportamiento, además de sus consecuencias, es posible que
surjan nuevas actitudes al sentir el estímulo del desarrollo de un nuevo
negocio, una innovación tecnológica importante o un acontecimiento social o
político. Piense en lo que está pasando con la decisión política mundial de
cuidar la ecología y el medio ambiente, ¿qué pasará con la industria de los
derivados del petróleo en el corto plazo? El modo en que se desarrollan las
fuerzas sociales y culturales, el punto en que nos encontramos ahora y hacia
dónde podríamos estar dirigiéndonos resultan cruciales para entender cómo
deberá evolucionar la estrategia empresarial. Estos cambios se dan en un
contexto económico, político y social amplio, de manera permanente.
¿Qué es lo que
impulsa esos cambios y cuáles son las consecuencias para la estrategia
empresarial? Paradójicamente, las fuerzas que dan forma al nuevo modelo de
negocio reciben insumos del cambio social. Una consecuencia de esto es que una
cantidad de pilares de la ortodoxia comercial se ve erosionada. Muchas actitudes
y creencias que fueron relevantes hace treinta, diez o inclusive sólo cinco
años atrás son ahora menos significativas o hasta carecen de consecuencia
alguna. Si las decisiones empresariales deben ser eficaces, factibles y
lógicas, deberán fundamentarse en el presente y el futuro probable. Entonces,
no podemos dejar de monitorear las influencias sociales, culturales y
comerciales que continúan cambiando el mundo de los negocios. ¿Lo hará?
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