lunes, 13 de agosto de 2018

La Estrategia empresarial y el mundo cambiante



¿Cuándo se está en condiciones de empezar a diseñar una exitosa estrategia empresarial? Definitivamente, sin información no se puede dar ningún paso en este sentido. El conocimiento teórico sobre herramientas conceptuales y técnicas no bastan. Es necesario disponer de mucha información sobre el entorno competitivo. El mundo cambia a una velocidad antes inimaginable, en forma muy sutil y sigilosa, que lo que la mayoría de la gente percibe. Tal como ocurre con cualquier proceso de pérdida de vigencia u obsolescencia, es sólo cuando miramos hacia atrás que llegamos a reconocer el ritmo y alcance del cambio. Compare lo que ve y dispone ahora, con lo que veía y disponía hace unos diez o quince años; causa asombro, ¿verdad?

Cuando se evalúa el cambio social y de comportamiento, además de sus consecuencias, es posible que surjan nuevas actitudes al sentir el estímulo del desarrollo de un nuevo negocio, una innovación tecnológica importante o un acontecimiento social o político. Piense en lo que está pasando con la decisión política mundial de cuidar la ecología y el medio ambiente, ¿qué pasará con la industria de los derivados del petróleo en el corto plazo? El modo en que se desarrollan las fuerzas sociales y culturales, el punto en que nos encontramos ahora y hacia dónde podríamos estar dirigiéndonos resultan cruciales para entender cómo deberá evolucionar la estrategia empresarial. Estos cambios se dan en un contexto económico, político y social amplio, de manera permanente.

¿Qué es lo que impulsa esos cambios y cuáles son las consecuencias para la estrategia empresarial? Paradójicamente, las fuerzas que dan forma al nuevo modelo de negocio reciben insumos del cambio social. Una consecuencia de esto es que una cantidad de pilares de la ortodoxia comercial se ve erosionada. Muchas actitudes y creencias que fueron relevantes hace treinta, diez o inclusive sólo cinco años atrás son ahora menos significativas o hasta carecen de consecuencia alguna. Si las decisiones empresariales deben ser eficaces, factibles y lógicas, deberán fundamentarse en el presente y el futuro probable. Entonces, no podemos dejar de monitorear las influencias sociales, culturales y comerciales que continúan cambiando el mundo de los negocios. ¿Lo hará?

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